No puedo quejarme, estar en la guatita de mi mamà ha sido lo mejor que me ha podido pasar. Hace algunas semanas tuvimos la visita de las 2 mejores y más entretenidas garochas mexicanas: Verónica y su mamá Conchita. Junto a ellas y mi mamá recorrimos muchos lugares de Santiago, pero lejos, lo que más me gustó, fue conocer las 3 casas del poeta Pablo Nerudo.
Primero fuimos a la Chascona, en pleno barrio Bellavista. Relamente preciosa, un verdadero refugio para el amor, de hecho, la hizo para juntarse en secreto con el amor de toda su vida: Matilde.
Después fuimos a conocer la casa que construyó en Isla Negra, donde prácticamente vivía y murió en 1973. La visia que tiene del Pacífico es un poema y las colecciones de caracoles, mascarones, botellas de vidrio y de todo un poco, le dan un toque realmente único a esta casa.
Y la última en conocer fue la Sebastiana, enclavada en uno de los magníficos cerros de Valparaiso. Esta casa la ocupaba algunos fines de semana del año, invitaba a sus amigos y hacían fiestas, por eso que uno de los lugares más importantes es el bar.
Pero lejos, lo mejor de todo, fue compartir esos días con la Tía Vero y Conchita, llenaron de alegría y música mexicana mi casa y yo estuve super contento de sentirlas y escucharlas.
Acá les deje algunas fotos para que vean lo bien que lo pasamos
Primero fuimos a la Chascona, en pleno barrio Bellavista. Relamente preciosa, un verdadero refugio para el amor, de hecho, la hizo para juntarse en secreto con el amor de toda su vida: Matilde.
Después fuimos a conocer la casa que construyó en Isla Negra, donde prácticamente vivía y murió en 1973. La visia que tiene del Pacífico es un poema y las colecciones de caracoles, mascarones, botellas de vidrio y de todo un poco, le dan un toque realmente único a esta casa.
Y la última en conocer fue la Sebastiana, enclavada en uno de los magníficos cerros de Valparaiso. Esta casa la ocupaba algunos fines de semana del año, invitaba a sus amigos y hacían fiestas, por eso que uno de los lugares más importantes es el bar.
Pero lejos, lo mejor de todo, fue compartir esos días con la Tía Vero y Conchita, llenaron de alegría y música mexicana mi casa y yo estuve super contento de sentirlas y escucharlas.
Acá les deje algunas fotos para que vean lo bien que lo pasamos
Besos para todos
Rafael González Negrete
Rafael González Negrete